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 Rusia, uno de los principales aliados de Al Asad, calificó las palabras de Trump como un acto de “bandolerismo estatal internacional”, aunque la Casa Blanca anunció el retiro de sus tropas del norte de Siria en octubre, no tardó en afirmar que retendría cerca de 500 soldados para resguardar las instalaciones petroleras con ayuda de las fuerzas kurdas, las principales beneficiarias de la producción actualmente.

El secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, detalló que las tropas estadounidenses permanecen en el norte de Siria para proteger las instalaciones, no solo de los combatientes del autodenominado Estado Islámico (EI) sino también del gobierno ruso y del régimen sirio.

Mientras los rusos apoyan al gobierno sirio para recuperar las instalaciones petroleras, Donald Trump, dice que su país quiere el petróleo sirio, “Nos vamos a quedar con el petróleo, recuérdenlo. Queremos quedarnos con el petróleo. US$45 millones por mes”, declaró Trump, en Twitter.