Una compañía petrolera con sede en Houston y dos subsidiarias fueron acusadas de ser las responsables de un derrame de crudo que contaminó aguas y playas del sur de California en el pasado mes de octubre. Este incidente, se debió en parte a una respuesta inadecuada de las imputadas después de que fueron alertados en repetidas ocasiones sobre una rotura en un oleoducto.
Los encargados de las investigaciones acusaron a dichas compañías de un solo cargo por el delito menor de descarga ilegal de petróleo. Los investigadores creen que el oleoducto se debilitó cuando el ancla de un buque de carga lo enganchó en enero, meses antes de la rotura del 1 de octubre que provocó el derrame de 94 mil 600 litros de crudo al océano.