Al amanecer los migrantes lograron entrar en el territorio mexicano, sin enfrentar resistencia alguna y tras cruzar el poco caudaloso río Suchiate y en pocos minutos empezaron a caminar formando una columna por una carretera de Ciudad Hidalgo, en Chiapas.
Entre silbidos y gritos de “¡Ahí vamos!”, los migrantes, en su mayoría hombres aunque también había algunas familias enteras, apuraban el paso mientras se dirigían a un punto de revisión fronteriza localizado a corta distancia de ahí.
La llamada caravana 2020 salió el 14 de enero de Honduras y, a su paso por Guatemala, sus filas han ido creciendo con la llegada de guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses.
El gobierno mexicano intenta disuadir a los centroamericanos de entrar al país de manera irregular y los alienta para que se unan a programas de refugio y empleo temporal en el sur del país.