Por primera vez desde que echó a andar el Masters 1000 de Madrid, en el 2002, el programa de la competición no presenta ni al español Rafael Nadal ni al serbio Novak Djokovic, habituales cabezas de cartel del evento que reúne a los mejores del circuito cada temporada.
Con Federer retirado después de tres triunfos en Madrid (2006, 2009, 2012), con Nadal y Djokovic lastrados por las lesiones y a vueltas con el final de su ciclo, corren nuevos vientos en el tenis y también en el torneo, alumbrado especialmente por el impulso de las generaciones venideras que irrumpen con fuerza para desplazar a los tipos con más gloria de todos los tiempos.