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Al celebrar el primer año de su gobierno en compañía de miles de mexicanos que se dieron cita en el Zócalo capitalino, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que el presupuesto no se queda en pocas manos, sino que ahora se distribuye entre la población que más lo necesita derivado del ejercicio de un gobierno austero, sin lujos y que erradica la corrupción.

Durante su cuarto informe al pueblo, el mandatario destacó que solo el presupuesto de la Presidencia de la República se redujo en un 75 por ciento al pasar de los 3 mil 600 millones de pesos que se gastaron en el último año del sexenio pasado, a 800 millones de pesos en 2019.

Además, las compras consolidadas del gobierno bajo la coordinación de la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, evitan la corrupción en la adquisición de bienes y servicios, lo que posibilitó un ahorro del orden de 200 mil millones de pesos.

“Esto es en los hechos la austeridad republicana. La fórmula de acabar con la corrupción y reducir el costo del gobierno nos permite financiar el presupuesto sin aumentar impuestos, sin incrementar los precios de los combustibles y sin endeudar al país. Los recursos destinados a financiar los programas sociales provienen de lo que se ahorra con el combate a la corrupción y con la eliminación de lujos y gastos suntuarios”, refirió.