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Estados Unidos comenzó a enviar de vuelta a su país a haitianos que habían acampado en una localidad fronteriza de Texas, al tiempo que impedía el paso a otros que querían cruzar la frontera desde México.

La gran demostración de fuerza dio inicio a la que podría ser una de las mayores y más rápidas expulsiones estadunidenses de migrantes y refugiados en décadas.

Más de 320 migrantes llegaron el domingo a Puerto Príncipe en tres vuelos, y Haití señaló que esperaba otros seis vuelos el martes.

En total, las autoridades estadunidenses preveían expulsar a muchas de las más de 12 mil personas acampadas en torno a un puente en Del Río, Texas, tras cruzar desde Ciudad Acuña, México.

Estados Unidos tiene previsto organizar siete vuelos diarios de expulsión a partir del miércoles, cuatro a Puerto Príncipe y tres a Cap-Haitien.