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El de ayer fue un domingo de recuperación, esfuerzo y contundencia por parte de Sergio Pérez, quien culminó tercero en el Gran Premio de Hungría, tras haber largado desde la novena posición.

Sergio se mostró al ataque, con neumáticos duros, los cuales más adelante cambió por medios en un par de ocasiones y le sirvieron para librar batallas como las que tuvo con los McLaren, con el Ferrari de Carlos Sainz e incluso el Mercedes del multicampeón Lewis Hamilton. Las miradas se las llevó, una vez más, Red Bull, con la victoria de Max, el tercer puesto de Pérez, el nombramiento de Piloto del Día para el mexicano y más puntos que le permiten aventajar en la cima de los constructores.