Tres días después de que cayera un avión militar rumbo a la Antártica, la Fuerza Aérea de Chile (FACH) ha asegurado que “Es prácticamente imposible que existan sobrevivientes”. Según han asegurado en una rueda de prensa el comandante en jefe de la institución, el general Arturo Merino, hay pocas esperanzas de que las 38 personas que viajaban en la aeronave se encuentren con vida.
Estas declaraciones las ha hecho después de que esta mañana se encontraran nuevos restos humanos en el furioso mar Drake, a 30 kilómetros de donde el lunes se produjo el último contacto del Hércules C-130.
Es la misma zona marítima donde el miércoles se hallaron flotando en la superficie posibles trozos de la aeronave, como esponjas de los estanques de combustible, neumáticos y segmentos de los trenes de aterrizaje.
Cerca de 637 uniformados y civiles de ocho países participan en las labores de rescate, aunque aún se tienen que hacer las pruebas forenses necesarias para confirmar la identidad de los fallecidos, Merino ha asegurado que “cuando mueren 38 compatriotas lo menos que uno puede hacer es encontrar la verdad”. “Eso hay que hacerlo contra viento y marea”, indicó el militar.