Un 22 de julio de 1895 se llevó a cabo el primer Rally del mundo en Francia, la carrera se disputó entre Paris y Rouen con un recorrido de 127 kilómetros y fue organizada por Pierre Giffart, del periódico francés Le Petit Journal.
Fueron más de un centenar los participantes inscritos, pero para poder participar primero tuvieron que pasar una serie de pruebas eliminatorias hasta la fecha en que se disputó, por lo que tan sólo 21 vehículos tomaron la salida. Entre las extrañas normas que se pusieron para poder participar estaba la de que cada vehículo debía tener un mínimo de cuatro plazas que debían estar ocupadas por el conductor, un mecánico (que en la mayoría de casos era el constructor del auto) y dos jueces de carrera.
La competición no premiaba únicamente a quién fuese capaz de ir más rápido sino que se valoraban otros factores como la comodidad de los pasajeros durante el trayecto. El ganador de aquella primera competición automovilística fue un tractor con motor de vapor conducido por el conde Albert de Dion.
A pesar de haber obtenido el primer puesto el conde de Dion fue descalificado por los jueces que lo acompañaban, entre otras cosas por tener que emplear un fogonero. Por lo tanto el primer clasificado pasó a ser el Peugeot de Albert Lemeitre.