Si los tejidos de color blanco amarillean es por los daños que se producen con el paso de los años, donde el tejido de la prenda está afectado o bien dañado por el sol.
Regresarle su color de origen es muy fácil, el secreto está en la utilización del blanqueador que no es más que un tinte fluorescente. La industria textil, actúa cotidianamente tiñendo las playeras, pantalones o cualquier prenda con detergentes fluorescentes imperceptibles para el ojo humano, de esta manera le aporta a las prendas teñidas una apariencia de blancura y limpieza.
Así que ya lo sabes, esa prenda amarillenta ¡No es una prenda vieja, es una prenda mal teñida!