Este jueves el departamento francés de Alpes Marítimos fue puesto en zona roja y la prefectura decidió que la salida del sábado en Niza tenga lugar “casi a puerta cerrada”, ante unas pocas decenas de espectadores.
En la presentación de los corredores de este jueves al final del día, en el centro de Niza, el público permitido cambió de 1.750 a 1.000 personas.
“No nos ha tomado desprevenidos”, aseguró el prefecto Bernard Gonzalez, a la prensa junto al alcalde de Niza, Christian Estrosi, y al director del Tour, Christian Prudhomme.
“El paso a zona roja estaba anticipado. Sabemos desde hace al menos diez días que pasaremos de un sistema estricto a un sistema todavía más estricto”, confirmó el director del Tour, unos días después de que el departamento de Alpes Marítimos, que recibe las dos primeras etapas, entrara en la lista de los 19 nuevos departamentos donde más circula el virus.
Para disuadir a los espectadores de congregarse para ver el Tour se han ideado una serie de medidas. Se supone que los grandes paneles opacos a las orillas de la carretera disuadirán a los aficionados o curiosos, “para que la gente entienda que es a puerta cerrada”, en palabras del prefecto, y solo hay previstas dos pequeñas gradas en la zona de salida para el pistoletazo de salida del sábado cerca del emblemático Paseo de los Ingleses.
“Esas dos pequeñas gradas, reducidas cada una a 50 espectadores con distancia de seguridad, están reservadas a la ciudad de Niza”, “para recompensar a los que han trabajado para organizar este Tour”, precisó el prefecto.