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64 años después Brasil volvía  a organizar una copa del mundo, era la oportunidad de redimirse, de dejar atrás los fantasmas del Maracanazo de 1950,  de por fin coronarse en casa, todo ese peso caía  sobre el equipo dirigido por Luis Felipe Scolari, quien dejó fuera de la lista de 23 convocados a los veteranos Kaká, Robinho y Ronaldinho, la propuesta de Scolari, era clara si Brasil iba a ser campeón lo sería con un equipo joven donde la gran estrella era Neymar.

 

El 12 de junio de 2014 arranco la copa del mundo de Brasil, el anfitrión cumplía y avanzaba ronda tras ronda del torneo, pero si convencer y sin practicar un buen futbol,    en cuartos de final Brasil avanzo dramáticamente pero el costo esa victoria fue muy alto Neymar, salió lesionado y el capitán Thiago Silva, se ganó una suspensión por acumulación de tarjetas, Brasil encaraba el juego de semifinales con esas ausencias.

 

En  “semis” el rival era la poderosa Alemania quien partía como favorita, Brasil seguía vivo en el torneo sin convencer con innumerables críticas sin buen fútbol pero seguía vivo y seguía con la esperanza de coronarse en casa y así saltó a la cancha del Mineirao.

 

Alemania se puso rápido al frente con gol de Muller, le seguiría klose, las esperanzas brasileñas estaban agonizando, los fantasmas del pasado volvían y una lluvia de goles alemana se encargó de terminar rápidamente con cualquier posibilidad local, el marcador final 7-1 a favor de los europeos, esta es la mayor goleada para un anfitrión en la historia de los mundiales, y así fue como el 8 de julio de 2014 se escribió la otra tragedia del fútbol brasileño el mineirazo, dejando así al país más ganador de copas del mundo con una deuda pendiente, la de coronarse en casa.