Cuba mantuvo bajas las infecciones por coronavirus el año pasado, promocionando su compromiso con la salud.
Ahora, la isla tiene la tasa de infección per cápita más alta de América, una crisis que influyó en las mayores protestas del país en décadas.
La nación caribeña de 11 millones de habitantes informó cerca de 4 mil casos confirmados por millón de habitantes durante la última semana, nueve veces más que el promedio mundial y más que cualquier otro país de América.
El brote, impulsado tras la llegada de la nueva variante Delta, más contagiosa, ha llevado al borde a los hospitales en la provincia de Matanzas.
Medios estatales han mostrado imágenes inusuales de pacientes en camas en pasillos y médicos quejándose de falta de oxígeno, respiradores y medicamentos.