En ocasiones solo tomamos el trapeador para darle una pasada al piso de nuestros hogares, para limpiar accidentes y lo botamos por desidia o por la rapidez de la situación, pero ¿te has preguntado qué sucede con el trapeador cuando hacemos eso?
Pues la limpieza del trapeador es muy importante para realizar labores de aseo en el hogar, ya que por ser un utensilio que se utiliza húmedo, puede propiciar el ambiente adecuado para la proliferación de bacterias y es por ello que se recomienda lavarlo con agua a 60 grados centígrados, para eliminar en su mayoría cualquier bacteria o suciedad que puede esparcirse al momento de trapear los pisos de nuestro hogar.
¡Así que ya sabes, hay que lavar muy bien el trapeador antes y después de usarlo!