La primera línea de metro de Pakistán comenzó a operar este lunes en la ciudad de Lahore, donde apenas hay transporte público y las infraestructuras escasean.
Con más de 27 km y dos docenas de paradas, la ‘línea naranja’, construida por empresas chinas, reducirá el tiempo de desplazamiento en esta ciudad continuamente congestionada.
La apertura de esta línea llega después de años de retrasos, polémicas y dudas sobre la ingente deuda contraída por Pakistán para pagar infraestructuras desarrolladas por China.
El proyecto, que también fue criticado por haber puesto en peligro algunos lugares históricos de la ciudad, costó cerca de 300 mil millones de rupias (mil 800 millones de dólares).
Las autoridades confían en que la línea permitirá transportar a 250 mil personas al día y reducir los atascos de una ciudad de más de 11 millones de habitantes.