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Una agencia de la Organización de las Naciones Unidas expresó su preocupación por los residuos tóxicos generados por la gigantesca explosión de un almacén con dos mil 750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut, capital y principal punto marítimo de Líbano.

La catástrofe del pasado martes 4 de agosto de 2020, que provocó más de 171 muertos y seis mil 500 heridos, además de que dejó a otras miles de personas sin hogar, “cubrió Beirut de capas y capas de residuos” de todo tipo, explicó desde Líbano Rekha Das, consejera de crisis para el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, durante una rueda de prensa por videoconferencia.

 “El problema”, acotó Rekha Das desde la ONU, es importante porque ya había un problema en Beirut, Líbano, con la selección de los desechos”. Además de estos desechos visibles y de contaminación, también se contaminó el Mediterráneo, “de lo que sabemos poca cosa”, reconoció. Esta tarea de análisis de los residuos, que “apenas empieza”, se realizará en colaboración con expertos de la Unión Europea y organizaciones de voluntarios.

Rekha Das, reconoció que “resultará difícil llegar a las zonas dañadas”, puesto que aún hay “ladrillos y tejas que caen”, pero que esperan obtener los primeros resultados preliminares “dentro de una semana”. El PNUD de la ONU calcula que se necesitarán al menos tres millones de dólares para financiar las primeras tareas de análisis de los desechos.