La mayor parte de la gente en Inglaterra seguirá con fuertes restricciones a la socialización y los negocios cuando concluya un confinamiento nacional la semana próxima, con bares y restaurantes cerrados en áreas en las que viven más de 20 millones de personas.
El gobierno anunció el jueves los detalles de las medidas regionales en tres niveles que entrarán en vigor el 2 de diciembre. Más de la mitad de los 56 millones de habitantes de Inglaterra, incluyendo 8,6 millones de residentes de Londres, están en el nivel intermedio, en el que la mayoría de las tiendas, restaurantes y otros sitios de esparcimiento pueden abrir sus puertas.
Otros 23 millones de personas en una enorme porción del centro y el norte de Inglaterra, incluyendo ciudades como Manchester y Birmingham, además del condado de Kent, en el sureste, serán colocadas en el nivel superior, en el que restaurantes y bares solamente pueden ofrecer servicio de entregas y para llevar, y lugares como teatros y estadios deben seguir cerrados.
El primer ministro Boris Johnson dijo que se necesitarán “medidas duras” hasta la primavera, cuando se espera que una combinación de vacunas y pruebas masivas ayuden a regresar a la normalidad.