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Los hospitales de Estados Unidos abrumados por la cantidad de pacientes con COVID-19 están tratando que enfermeros y médicos jubilados regresen a laborar, reclutando a estudiantes y recién graduados que aún no tienen sus licencias y ofreciendo salarios enormes en un intento desesperado por aliviar la escasez de personal.

En un momento en que los casos de coronavirus están aumentando en todo el país, el número de pacientes infectados se ha más que duplicado en el último mes a un récord de casi 100.000, provocando que los centros médicos y trabajadores de salud se encuentren saturados de trabajo.

“Los enfermeros están bajo enorme presión ahora”, dijo Kendra McMillan, asesora de políticas para la Asociación Estadounidense de Enfermeras. “Hemos escuchado de enfermeros en el frente que dicen que nunca habían experimentado el nivel de agotamiento que estamos viendo ahora” enfatizó.

Los gobernadores de estados muy afectados como Wisconsin y Nebraska están facilitando las cosas para que los enfermeros vuelvan de su retiro, incluido dispensarles los requerimientos de licencias y pago de cuotas, aunque puede ser complicado lograr que el personal de edad avanzada quiera regresar debido a que estaría en mayor peligro que muchos de sus colegas en caso de que contraiga el virus.

Algunos están tomando empleos que no involucran trabajar de manera directa con pacientes de COVID-19 con el fin de ayudar a que haya más personal disponible para estar con los enfermos, comentó McMillan.