El gobierno federal planteó hacer una pausa en las relaciones con el gobierno de España en tanto termine su administración, con la finalidad de eliminar el contubernio y la promiscuidad económica que se generó en los sexenios pasados.
El mandatario evitó responder qué implicaciones tiene esta pausa, sin embargo, dejó en claro que no se hará una petición formal a las autoridades españolas porque sólo se trata de “un comentario”.