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El regulador para la competencia en Francia multó este lunes a Google por 220 millones de euros (267.37 millones de dólares) tras hallarlo culpable de favorecer sus propios servicios en el sector de la publicidad en línea, un nuevo golpe en Europa contra los gigantes tecnológicos estadounidenses.

El procedimiento resuelto con un acuerdo amistoso afecta a la llamada “publicidad programática”, en la que los anunciantes compran a tiempo real el derecho de colocar su publicidad en las pantallas de los internautas en función del perfil de estos.

Los anunciantes compran estos espacios a través de plataformas automatizadas de subastas, entre ellas la de Google, un actor dominante en este sector.

Recordando las prácticas de la empresa son objeto de investigación por parte de las autoridades de varios países.