Estados Unidos se reincorporó este jueves a la Organización Mundial de la Salud (OMS), garantizando su apoyo y elogiando el papel de su secretario general en la lucha contra la pandemia, un giro de 180 grados respecto de la política del expresidente Donald Trump.
Menos de 24 horas después de su investidura, el nuevo presidente Joe Biden hizo intervenir al inmunólogo Anthony Fauci en una reunión del consejo ejecutivo de la organización, marcando distancias con su predecesor, quien había minimizado reiteradamente la gravedad de la pandemia de covid-19 y renegado de la OMS, calificándola de “marioneta” en manos de China.
En su discurso, Fauci, quien formaba parte de la célula de crisis durante el mandato de Trump y que fue nombrado consejero por Biden, anunció que Estados Unidos “tiene la intención de honrar sus obligaciones financieras con la organización”.
Y afirmó: “Estados Unidos está dispuesto a trabajar en colaboración y solidariamente para apoyar la respuesta internacional a la covid-19, atenuar su impacto en el mundo, reforzar nuestras instituciones, hacer que avance la preparación ante futuras epidemias y mejorar la salud y el bienestar de todos los pueblos del mundo”.