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Quince años después de comenzar su ambicioso y multimillonario proyecto, el Manchester City por fin tiene la preciada “Orejona”.

Un gol del español Rodrigo Hernández, con un “pase” a la red entre varios jugadores italianos, decidió una reñida Final y entregó la gloria de la Champions League a su compatriota Pep Guardiola, que por fin puede presumir del tercer título continental en su palmarés y de un triplete histórico para el futbol inglés.

Terminó la maldición en esta competición del City, un muro contra el que el City ya estaba estampándose desde el primer minuto, con una imprecisión atípica, con nervios en todas las líneas y con un Ederson Moraes que pudo costarle más que un disgusto al jeque, presente por segunda vez en quince años en la grada, pero que terminó de héroe.