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La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció en contra de la propuesta de “Ley Crucito”, que busca introducir la pena de muerte para los agresores de menores que sean privados de la vida por sus familiares. 

Esta propuesta surgió tras el trágico caso de un niño de 6 años en Iztacalco, quien falleció a manos de su madre y su padrastro, situación que provocó una fuerte indignación en la sociedad.

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum destacó que, a pesar de la gravedad del delito, México no aplica la pena de muerte y no apoya que se adopte como castigo. La mandataria explicó que, aunque se debe garantizar que no haya impunidad en estos casos, el país mantiene un firme compromiso con los derechos humanos y el respeto a la vida, pues señaló que se debe analizar que el estado no tiene el derecho o la capacidad de privar de la vida a una persona, pero si aplicar sanciones. 

En respuesta a la propuesta de la diputada de Morena, Elizabeth Mateo, quien planteó una reforma al Artículo 125 del Código Penal para que los agresores de menores sean condenados a muerte en caso de homicidio, Sheinbaum reiteró que el país no tiene este tipo de sanciones y abogó por una atención integral que aborde las causas de la violencia, en lugar de recurrir a castigos extremos.