China ha aplicado alrededor de 200 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 en su territorio, especialmente entre trabajadores de primera línea, estudiantes universitarios y residentes en zonas fronterizas, dijeron las autoridades.
Beijing aceleró sus esfuerzos de vacunación tras un inicio lento, debido en parte a que la transmisión casi se ha eliminado. El miércoles se reportaron apenas dos contagios locales, ambos en la ciudad de Ruili, en la frontera con Myanmar.
Las autoridades confirmaron seis nuevos casos el jueves, todos ellos importados, mientras siguen las pruebas de detección del virus en Ruili, donde el último brote parece estar contenido.
China ha autorizado cinco vacunas de producción nacional y exportado millones de dosis, aunque algunos científicos creen que ofrecen menos protección que los fármacos de Pfzier, Moderna y AstraZeneca. Las vacunas chinas tienen una efectividad de entre el 50,7% y el 79,3%, según datos de las compañías, por debajo de sus competidoras extranjeras pero aún eficaces.