Las cárceles alemanas pusieron en libertad a 1.200 reclusos en algo que llaman un acto de misericordia que se repite cada navidad para favorecer la resocialización del preso.
Esta medida de las autoridades alemanas es muy selectiva y excluye a los penados por delitos graves y de carácter sexual, sólo se aplica a quienes cumplen la totalidad de su condena en los primeros meses del año, es decir, se les anticipa la salida unas semanas por Navidad.
No existen estadísticas que confirmen que este acto de misericordia facilite la reinserción social y reduzca la reincidencia.
Algo curioso que sucedió este año es que entre los 1200 presos elegidos para ser liberados antes de navidad, tres de ellos rechazaron el salir antes de las fiestas decembrinas argumentado que pasarían esas fechas con sus compañeros de prisión.