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Esta semana, el árbitro mexicano, Adalid Maganda se encuentra nuevamente en medio de los reflectores. Por segunda ocasión en poco más de dos años, el silbante guerrerense ha sido despedido por la Comisión de Árbitros.

Al igual que la primera vez, Maganda argumenta que las razones fueron injustificadas. Sus abogados tendrán una reunión mañana en las oficinas de la Federación Mexicana de Futbol para definir su situación.

Los conflictos entre Maganda y la Comisión comenzaron a mediados de 2018, año en el que Adalid recurrió a la Junta de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México y la CONAPRED (Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación) para denunciar la falta de motivos en su despido e insultos racistas recibidos de parte del presidente del organismo, Arturo Brizio Carter. Incluso llegó a hacer una huelga de hambre afuera de las oficinas de la FMF, hasta que le ofrecieron regresar a trabajar.