Ante el aumento del precio del gas, una manifestación masiva reunió a varios miles de personas en la capital económica del país de Asia central en Kazajistán, donde los policías tuvieron que hacer el uso de granadas aturdidoras y gases lacrimógenos.
El presidente, se dirigió a la población para pedirle “prudencia” y “no ceder a las provocaciones”. El gobierno prometió bajar los precios de los combustibles, que subieron a partir del 1 de enero, pero esta noticia por el momento no ha repercutido en la magnitud de las protestas.