Originalmente los plátanos crecen hacia abajo y su forma es recta, pero a medida que van creciendo estos buscan la luz del sol, y de la noche a la mañana comienzan a crecer hacia arriba lo que hace que tomen esa forma curva.
Todo esto gracias a un proceso de supervivencia parecido al de los girasoles, sin la luz del sol, estas frutas no sobrevivirían y crecerían siendo rectas y largas.