Cataluña fue la primera región española en cerrar completamente los bares y restaurantes en medio de la segunda ola de covid-19, a mediados de octubre, y es la primera en ponerlos de nuevo en funcionamiento a medida que la tasa de contagio va disminuyendo.
Mientras, se mantienen unas duras restricciones en el resto del país -con diferentes formatos dependiendo de las regiones- y en gran parte de Europa.
La región también reabrió teatros, cines, salas de música e instalaciones deportivas al aire libre con una ocupación máxima del 50%.
Sin embargo, tras la consternación causada por el segundo cierre del sector este año, los propietarios se muestran poco optimistas, sobre todo porque todavía tienen que bajar la persiana cada noche a las 21.30 horas.
España, que tiene más de 1.55 millones de casos de covid-19 -el segundo mayor número de casos en Europa occidental después de Francia- y 42 mil 619 muertos, impuso un estado de emergencia de seis meses a finales de octubre, dando a las regiones el respaldo legal para imponer toques de queda y restringir los viajes.