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Cientos de personas se manifestaron ayer en la capital chilena para pedir la renuncia del presidente Sebastián Piñera, por la represión de la policía durante el más de un año de revuelta social en el país, que dejó una treintena de muertos.

Unas 500 personas convocadas desde redes sociales tomaron por dos horas la céntrica avenida Alameda, frente al Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo. La policía disparó gases y chorros de agua contra los manifestantes, y estos respondieron con piedras.

La movilización se realizó tres semanas después de que la abrumadora mayoría de los chilenos se pronunció a favor de reformar la constitución legada por la dictadura de Augusto Pinochet a la que consideran el germen de la desigualdad social.

Durante la manifestación, miles de personas que transitaban por la zona se vieron afectadas por el agua con químicos y los gases lacrimógenos lanzados por la policía.

Por otra parte, familiares de decenas de fallecidos en las movilizaciones del año pasado exigieron justicia y denunciaron lentitud del sistema judicial.