Los nueve millones de habitantes de Londres no podrán reunirse con familiares y amigos en espacios cerrados a partir de este sábado, anunció el gobierno británico, poniendo a la capital en nivel de alerta “alto” por la segunda ola de coronavirus.
“No entré en política para imponer restricciones a la vida de la gente”, afirmó el jueves el ministro de Sanidad, Matt Hancock, al anunciar las medidas en la Cámara de los Comunes.
Pero “debemos tomar decisiones firmes y equilibradas para mantener este virus bajo control y debemos tomarlas ahora”, agregó, llamando a evitar toda “demora”.
Así, desde la medianoche del viernes, la capital y otras siete zonas de Inglaterra, en total unos 11 millones de personas, pasarán del actual nivel de alerta “medio” a “alto”.
Esto implica la prohibición de reunirse en lugares cerrados con familiares y amigos con quienes no se conviva. Se seguirá aplicando además al aire libre la prohibición de mantener reuniones de más de seis personas -incluidos los niños- y el cierre de bares y restaurantes a las 22h.