El pasado 21 de diciembre fue lanzado el telescopio espacial James Webb, que una vez situado a 1.5 millones de kilómetros de la tierra y con un infrarrojo que alcanza los 13 mil millones de años luz de distancia, ha tomado la fotografía más profunda y con mayor nitidez del universo.
La fotografía enmarca una zona concreta del universo, equiparable con una gota de agua de todo un océano, zona que nos da un vistazo a una época muy lejana, aproximadamente 4,600 millones de años.