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Israel, con gran parte de su población inmunizada, dio otro paso hacia la normalidad: los ciudadanos se pudieron quitar el cubrebocas al aire libre tras un año de imponerse su uso obligatorio para contener el virus, y las escuelas reanudaron clases presenciales a tiempo completo sin división en grupos reducidos.

Sin grandes restricciones, con una reapertura casi total y un ambiente que recuerda a los tiempos previos a la pandemia, muchos israelíes salieron a la calle sin la mascarilla puesta, con el optimismo de sentir que siguen dejando atrás la pandemia tras una veloz vacunación que llevó a un descenso sostenido de la morbilidad.

Pero los cubrebocas no desaparecen por completo: todavía son obligatorias en espacios interiores, y el ministerio de Sanidad recomienda usarlas también en grandes reuniones o zonas concurridas en área exterior.