El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció que utilizará 250 millones de dólares de fondos estatales más financiación colectiva para construir más barreras a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, como parte de un proyecto que extiende su disputa con el gobierno del presidente Joe Biden en torno a la inmigración.
Más de una decena de miembros republicanos de la Cámara de Representantes y del Senado de Texas se unieron a Abbott para una conferencia de prensa transmitida en vivo por internet en la que anunciaron sus intenciones de contratar a un director de proyecto para seguir construyendo una versión de un muro fronterizo, emulando la promesa de campaña del expresidente Donald Trump de proteger la frontera sur de Estados Unidos, de la cual 1.930 kilómetros (1.200 millas) están en Texas. Abbott también dijo que le pedirá al gobierno federal que devuelva los terrenos expropiados para el muro y los entregue a residentes privados que puedan permitir que Texas termine con la obra.
En respuesta a la negligencia del gobierno federal hacia todas las personas que viven a lo largo de la frontera, la gente que lidia con las consecuencias de la propagación de las drogas como el fentanilo, Texas intervendrá y tomará más medidas que cualquier otro estado haya tomado para responder a estos desafíos en la frontera”, señaló Abbott. “Los contribuyentes de Texas han tenido que intervenir para que nosotros como estado podamos proteger a nuestros ciudadanos”, añadió.