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En 1960, el escritor francés Raymond Queneanu, presentó el que probablemente sea el libro más extenso del mundo. Se trata de “Cent mille miliards de poémes”, y apenas ocupa diez páginas, que contienen cada una, un soneto. Los versos mantienen toda la misma rima y están cortados en tiras, de modo que pueden combinarse con los otros sonetos.

Así, el número total de combinaciones posibles que contiene el libro es de 10 elevado a 14, es decir, cien billones de poemas distintos. Eso implica que nadie nunca podrá leer el libro entero por mucho que se empeñe, ya que se tardarían varios millones de años en combinar todos los poemas, eso sin comer, ni dormir, ni leer revistas ni nada.