Los manifestantes antirracistas planean inundar el viernes las calles de la capital estadounidense, después de que un oficial blanco disparara contra el afroestdounidense Jacob Blake, un nuevo hecho que reavivó la indignación por la violencia policial y desencadenó un movimiento de boicot en el mundo del deporte.
Se espera que decenas de miles de manifestantes salgan a las calles de Washington para una marcha que marcará la fecha del histórico discurso “Tengo un sueño” de Martin Luther King, líder de los derechos civiles.
La manifestación se ha denominado “Quítanos la rodilla de encima”, en referencia al afroestadounidense George Floyd, que murió asfixiado bajo la rodilla de un oficial blanco en Minneapolis, lo que provocó los disturbios civiles más extendidos en el país en décadas.
Las ventanas de las tiendas fueron cubiertas con madera y una fuerte presencia policial bloqueó las calles en el centro de Washington, donde cientos de manifestantes se reunieron el jueves por la noche para protestas por la nominación del presidente Donald Trump como candidato de Partido Republicano para otro mandato.
Las protestas provocadas por la muerte de Floyd habían disminuido, pero la indignación se reavivó el domingo cuando Blake recibió varios disparos en la espalda durante un enfrentamiento con la policía en la ciudad Kenosha, en el estado de Wisconsin.