La tarde de ayer las autoridades cubanas prohibieron la celebración de una marcha opositora prevista para el 15 de noviembre por considerar que sus promotores tienen la intención de impulsar un cambio de régimen.
El castrismo ha prohibido de forma taxativa que se lleve a cabo y basa su decisión en que el sistema socialista es “irrevocable”, tal y como dicta el artículo 4 de la nueva Constitución.
La marcha tendría “la intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba” y tendría “vínculos” con agencias estadounidenses, explica una carta oficial firmada por las autoridades locales.