En Estados Unidos, una ola de intenso frío se presentó en el noroeste del país, obligando a las autoridades a suspender las clases por segunda vez en menos de una semana en diferentes ciudades. Las autoridades informaron que cancelaron las clases, aclarando que no querían que los niños pasaran tiempo a la intemperie esperando sus autobuses.
Estas temperaturas serán tan bajas que podrían causar congelación en unos 30 minutos, según lo informó el Servicio Meteorológico Nacional.