El coronavirus parece prepararse para dar el golpe definitivo en Brasil, donde los contagios y las muertes crecen cada día, el martes fueron 600 muertos, un récord en el país , pero las calles están cada vez más llenas.
Varios factores explican la aparente tranquilidad ante la Covid-19, las medidas de aislamiento social, implantadas por gobernadores y alcaldes, se aplican casi como una recomendación. Aunque se prevén multas, estas nunca se aplican. Además, a medida que han ido pasando los días se han ido retocando los decretos hasta incluir cada vez más sectores como “Actividad esencial”
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En las favelas y los barrios más pobres, donde el Estado nunca estuvo presente, la situación es aún más complicada, dado que sus habitantes prefieren arriesgarse a contagiarse que a pasar hambre por dejar de trabajar han elevado los casos, al punto de que la crisis es insostenible y a eso se le suma la actitud del presidente Bolsonaro, quien está más preocupado por reactivar la economía que por enfrentar la pandemia.