Si tan delicado parece, ¿cómo es que resulta tan resistente? De hecho también resiste el agresivo proceso del empaquetado.
Lo cierto es que ningún papel ordinario podría reunir tales cualidades. La explicación es que estas bolsitas se fabrican con dos fibras resistentes: Cáñamo de manila, que le da resistencia, y fibra termoplástica, que sirve ´para sellar las bolsitas.
El papel pasa por la máquina que hace los paquetes en dos tiras. La misma maquina mide la cantidad de hierva que hay en la tira inferior. Las bolsas se forman con calor, que sella las dos tiras por los bordes. Las tiras termoplásticas se funden y forman la textura que conserva su resistencia cuando se solidifica al enfriarse.
El secreto está en el material, recuerda es cáñamo de manila. Su punto de fusión es superior a los 100 grados, por lo que la bolsita no se despega cuando la introducimos en un vaso de agua casi hirviendo.
¿Ya lo sabias? Cuéntanos.