Superar una Ruptura.

En una ruptura hay dos individuos que están involucrados emocionalmente, para bien o para mal y que una ruptura involucra muchas emociones y nos regresa a muchas creencias y pensamientos, que no necesariamente son de tu presente, sino de heridas pasadas que nos empezamos a cuestionar a partir de una ruptura amorosa.

A diferencia del duelo de la muerte, en la ruptura con una pareja que aun está presente, el duelo difiere porque aún sigue en este plano, te lo puedes seguir encontrando en lugares, saber de su vida por redes sociales o por amistades en común. Es muy importante que cortes también interacciones por redes sociales para evitar ver sus actividades y empezar a sanar. Existe la posibilidad que continúe estando presente. Tampoco es lo mismo cuando una relación se termina por mutuo acuerdo, donde con ambas partes se rompió el vínculo afectivo, que cuando en uno ya no hay interés en seguir pero en el otro aun existe esperanza, se dice que para hacer una pareja se necesitan dos, pero para terminar, con uno basta no querer seguir.

¿Qué pasa cuando hubo hijos con esa ex-pareja? Jamás usar a los hijos para manipular a la ex-pareja, ni ponerlos en medio para seguir haciéndose daño uno al otro. Debemos tener muchísimo cuidado en ser una buena ex-pareja, y dejar acuerdos claros con el otro para que el/ella sea una buena ex-pareja, porque si seguirán siendo padres de ese hijo o hijos, y las prioridades deben cambiar.

¿Qué debemos hacer después de una ruprura?

1. Descargo mi rabia. Duele más romper esa fotografía de las expectativas que nos hicimos de esa relación. Podemos caer en una rabia hacia el otro, pero también en una rabia con nosotros mismos donde nos cuestionamos qué pudimos hacer diferente, ¿qué dejamos de hacer?, ¿Qué nos faltó poner de nuestra parte?. Es de suma importancia, voltear a nuestro interior y detenernos a sentir cómo estamos, qué nos pasó a nosotros dentro de esa relación, qué te hizo actuar o ser de la manera que eras con esa persona.

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2. Escribe una carta, sin filtro y con todo lo que quisieras reclamarle al otro. De preferencia a mano, cuando escribimos a mano fluye todas las emociones que traes dentro. Quemar esa carta y tirar las cenizas al W.C. para que visualmente te despidas y cierres. Es tu manera de “dejar ir”.

3. Date permiso de vivir la tristeza. Llora el tiempo que necesites llorar, evita salir con alguien más hasta no vivir tu duelo: un clavo no saca otro clavo, solo entierra el que ya estaba.

4. Activa tu cuerpo, sino tienes ánimo de hacer ejercicio, puedes iniciar con respiraciones, un ejemplo es: bañarte con calma para que disfrutes el agua caer y como se siente a tu cuerpo y emoción interna. Lo que pueda hacer que tu cuerpo sienta movimiento. El ejercicio ayuda para segregar serotonina y empezar a acabar con la depresión que puede entrar con el duelo.

5. Escribe todos los pensamientos que lleguen a tí. Tus miedos, tus peores escenarios para romper con falsas creencias y poder resarcir tu vida. Evita caer en pensamientos polares “nunca volveré a querer a alguien más”, “nadie me va a querer”, cambia por “por ahora, no siento que pueda estar con alguien más”.

Y siempre tratar de buscar ayuda profesional para cualquier duelo, sin juicios y en manos de expertos.

Escucha el programa completo, dando click en el podcast bajo este texto: